lunes, 5 de mayo de 2014

PIROPOS

Hoy me vino a la mente una canción de A. Machín. Antonio era hijo de un gallego y una cubana. Mulato de piel y de corazón caliente, pienso que también era un hombre que sabía hacer sentir bien a las mujeres. Eso se nota en la letra de sus canciones como por ejemplo ésta que ahora estoy escuchando:

Mira que eres linda, que preciosa eres...
verdad que no he visto en mi vida muñeca más linda que tu...
con esos ojazos que parecen soles...
con esa mirada siempre enamorada con que miras tu...

Eso si que es endulzar los oídos a una mujer. Hay piropos que cualquier mujer un poco inteligente sabe que son dichos con un claro propósito. Muchas veces los pretendientes y los enamorados recurren a las mismas estupideces tópicas y creen que le van a funcionar con todas las mujeres que se crucen en su camino. ¡Vaya ignorancia!

No sé porqué razón, pero gracias a Dios estoy dotada con una sabiduría que me hace detectar en seguida  cuando el hombre que tengo en frente me está regalando los oídos con algún fin práctico y es que no me explico como hay mujeres que pueden caer en sus trampas después de pasada la treintena. 

Cuando una tiene veinte años hasta me parece lógico que una muchacha crea en los halagos de su novio de turno o de algún pretendiente, pero con los años no hay excusa. Si caes en la trampa es porque te gusta hacerte la sueca-tonta y viendo que no hay nada nuevo bajo el sol te dejas llevar por el primer bobo que te dice: "guapa" "bonita"...etc. para luego y una vez que consigue llevarte al huerto terminar diciéndote todo lo contrario o incluso tratándote como a una vulgar prostituta por haber caído en sus redes.

Pero me he fijado también en que no hay peor enemigo para una mujer que otra mujer. Existen mujeres bien estúpidas y engreídas que creen que el tigre de turno a ellas no las va a devorar. (risas) Realmente yo siempre me he preguntado ¿Cómo pueden pensar que ese hombre ha cambiado o va a cambiar por ellas? 

Lo cierto es que en mis casi treinta y un años no he visto que se haya producido ningún fenómeno de este calibre en mi entorno más próximo. La gente no cambia, a lo sumo, mejora su estrategia o su táctica pero no cambia sus valores y principios.

"El que nace cochino muere marrano", dice así un refrán castizo. Yo por mi parte solo espero que como dice otro refrán popular "a cada cerdo le llegue su San Martín". ¡Qué no es mal pedir!

Para alegrarme la vida y alegrar la de quienes son hombres y mujeres de bien aquí les dejo el vídeo de la canción de Machín:


Por Elsa López Raña_5 de Mayo del 2014






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