Hay ojos que miran con claridad entre las tinieblas, otros que son como faros encendidos en mitad de un día de niebla... pero sobre todo hay miradas que te atrapan, que te seducen hasta tal punto que uno se siente en paz cuando se posan sobre el paisaje o cuando simplemente te observan en silencio sin tener la necesidad de abrir la boca para dejar que se escabullan las palabras.
Hay miradas hechiceras, miradas que hablan de multitud de emociones y sentimientos. Son miradas cómplices aquellas que suelen provocar un brote de risa cuando se cruzan o se encuentran en alguna encrucijada de caminos...
A veces y solo a veces, hay miradas que nos remueven la conciencia e incluso pueden llegar a suscitar conversaciones con uno mismo porque en la penumbra de aquellos lugares y bajo la influencia de los astros, hay almas que miran sin ver y otras que miran sin dejar de observar...
La mirada es aquello que nos habla de como somos las personas. Sus sentimientos podrán cambiar, pero la mirada no podrá jamás engañarnos. Pienso que si estudias durante largo tiempo una mirada puedes descubrir hasta los secretos más pequeños de cualquier ser vivo...
A veces y solo a veces, hay miradas que nos remueven la conciencia e incluso pueden llegar a suscitar conversaciones con uno mismo porque en la penumbra de aquellos lugares y bajo la influencia de los astros, hay almas que miran sin ver y otras que miran sin dejar de observar...
La mirada es aquello que nos habla de como somos las personas. Sus sentimientos podrán cambiar, pero la mirada no podrá jamás engañarnos. Pienso que si estudias durante largo tiempo una mirada puedes descubrir hasta los secretos más pequeños de cualquier ser vivo...
Por Elsa López Raña_26/04/2014
No hay comentarios:
Publicar un comentario