martes, 22 de abril de 2014

SOPLANDO DIENTES DE LEÓN

Nací un lunes a las 22:00 horas. Soy lunática. La luna está en mi, influye en mis estados de ánimo...

Emocionalmente no me gusta experimentar altibajos. Ya sé lo que se siente con ellos y dicen los que saben que las personas que un día están muy arriba y al siguiente están en un pozo sin agua son inmaduras. Pienso que es cierto.

¡Eso si! Me considero romántica, fantasiosa y soñadora al extremo. No conozco límites hasta la fecha en cuando a esas tres cualidades se refiere.

Con frecuencia voy encontrando dientes de león en mis paseos por la playa y el campo. Me gusta soplarlos hasta que todas sus pequeñas partículas se desprenden del centro expandiéndose sutilmente por el aire. Previamente suelo pedir deseos sobre aquello que mi cabeza en afinidad con mi corazón me dicen que sería óptimo alcanzar. 

En mis suspiros que se van al aire junto con los estambres del diente de león a veces hay nombres de personas y otras veces de lugares, de cosas, de sentimientos... 

Como decía Gustavo A. Becquer en una de sus rimas, en concreto en la rima XXXVIII: 

Los suspiros son aire y van al aire.
Las lagrimas son agua y van al mar.
Dime, mujer, cuando el amor se olvida,
¿sabes tú a dónde va?

Mi respuesta sería no lo sé. Tal vez no se vaya a ningún sitio. Tal vez vuelva a nuestro corazón de regreso y lo nutra nuevamente para que se regenere y con el tiempo sea capaz de amar todo aquello que está por venir a nuestras orillas.

Y emulando a Bécquer también quisiera yo componer una rima en esta noche clara de mi alma.

Los sueños son pensamientos que viven en el corazón.
La vida es un camino de sueños y de ilusión.
Dime, amigo del alma, cuando soplamos al viento,
¿Sabes tú adónde van las cipselas de un diente de león?

Muy buenas noches. Hoy es día 22 de Abril de 2014 y creo que ya es hora de dormir escuchando a la luna que está meciendo a su hijo...

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